En Honor a Kaylo: La Inspiración Detrás de Nuestros Tags Inteligentes

su historia

Un Legado de Amor

Todo comenzó con Kilo, un perro que, a pesar de su corta vida, dejó una marca imborrable en nuestros corazones. Kilo era más que una mascota; era un compañero leal, un amigo que estaba allí en los momentos difíciles, capaz de arrancar una sonrisa con solo estar presente. Su energía y alegría eran contagiosas, siempre moviendo su colita y ofreciendo amor incondicional a todos, sin importar si eran desconocidos.

Con cada tag, llevamos el legado de un perro extraordinario al mundo.

Una curiosidad que siempre nos sacaba una sonrisa era su nombre, “Kilo”, que muchas veterinarias pronunciaban como “Kaylo”, pensando que era inglés. Este pequeño detalle, que siempre nos pareció gracioso, se convertiría más tarde en la esencia de nuestra marca: KayloCard. La tristeza de perder a Kilo fue profunda, un dolor que solo quienes han amado a una mascota pueden entender. Su pérdida fue repentina, marcada por diagnósticos dudosos y una falta de respaldo en su tratamiento que me dejó con un sentimiento de impotencia y frustración. Me prometí que la memoria de Kilo sería el catalizador para un cambio positivo, que su legado llevaría a una transformación en la forma en que cuidamos a nuestras mascotas. Empece a colaborar con refugios y me pude dar cuenta de la falta de control y seguimiento en las adopciones y la facilidad con la que las mascotas podían perderse o ser mal diagnosticadas. Entonces nació la idea de KayloCard. Los tags inteligentes no son solo una forma de identificar a nuestras mascotas; son una promesa de responsabilidad, un compromiso con su bienestar. Con un simple escaneo, se puede acceder a la historia médica de la mascota, conocer su estado de vacunación, su ubicación y contactar a sus dueños en caso de perdida. Es una herramienta poderosa para asegurar que, sin importar dónde estén, nuestras mascotas siempre puedan encontrar el camino de vuelta a casa y recibir el cuidado que necesitan.

KayloCard es más que tecnología; es un homenaje a ese amor incondicional que Kilo me brindó. Es una respuesta a la promesa que le hice ese día, transformando mi dolor en una fuerza motriz para proteger y conectar a las mascotas con sus familias a través de la innovación. A través de KayloCard, el espíritu de Kilo vive, inspirando a otros a cuidar y proteger a sus compañeros peludos con la misma dedicación y amor. Es un recordatorio de que, aunque nuestros amigos de cuatro patas pueden partir, su impacto en nuestras vidas es eterno, impulsándonos a hacer del mundo un lugar mejor para ellos. KayloCard no es solo una marca; es una misión, un legado, una historia de amor entre un humano y su mascota que trasciende el tiempo.